Desde la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo (COCETA) volvemos a condenar, como cada 25 de Noviembre (y todos y cada uno los días del año), las violencias que sufren las mujeres, solo por el hecho de serlo.
Asimismo, reiteramos nuestro llamamiento para que, con políticas públicas dotadas de medios suficientes (como todo lo recogido en el Pacto de Estado contra la Violen cia de Género), desde la educación, desde la formación colectiva en todos los ámbitos, desde la concienciación social, se haga un mayor esfuerzo en la erradicación, teniendo en cuenta, además, que el contexto de 2020, con la pandemia, y en especial el confinamiento, han agravado la situación de muchas mujeres que son víctimas de violencia de género. En ese esfuerzo también tiene que implicarse el sector privado.
Porque las violencias machistas solo desaparecerán desmontando el machismo estructural y transversal, avanzando en igualdad. No dejemos de trabajar en ello, no bajemos la guardia.
Las cooperativas de trabajo, en el compromiso con la igualdad grabado en su ADN, son un vehículo para combatir y erradicar desigualdades en el ámbito laboral, así como roles de género que perpetúan los obstáculos para que mujeres y hombres sean realmente iguales en el ejercicio de sus derechos.
COCETA y las cooperativas de trabajo, comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), reiteramos la importancia de aunar esfuerzos en la consecución del ODS 5: "Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas", lo que sin duda conllevaría en la práctica la eliminación de las violencias machistas.